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El monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil (siglos XII-XIII) es uno de los más destacados y espectaculares de la Ribeira Sacra, aunque se cree que fue fundado ya en el siglo VI por San Martín DumienseEl monasterio quedó envuelto en misterio cuando a él se retiraron nueve obispos que renunciaron a sus sedes episcopales y el monasterio guardó sus restos, guardando los anillos en una caja de plata. Como recuerdo llevó a su escudo las nueve mitras.En esta historia inspiró la escritora María Oruña la novela El bosque de los cuatro vientos, pero unos tres meses después de la publicación del libro, la leyenda ha pasado al plano de la realidad. La restauración de los relicarios laterales de la iglesia, donde se hallan los restos mortales de los nueve obispos, puso al descubierto cuatro anillos que se encontraban en el interior de una bolsa de tela con bordados en hilo de oro, con un pergamino que aclaraba “Estos cuatro anillos son de los que quedaron de los nueve Santos Obispos. Son los que han quedado. Los demás desaparecieron. Por ellos se pasa agua para los enfermos y sanan muchos”.La belleza y monumentalidad del monasterio han hecho que fuera declarado Monumento Histórico Artístico en el año 1923 y que hoy restaurado sea el Parador de Santo Estevo, en el que nos alojamos y disfrutamos las comodidades para el uso turístico de un edificio con muchísimo encanto histórico.


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