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En el corazón del Parque Nacional de la Peneda-Gerês, cerca de la Villa do Gerês, un pueblo entrañable y totalmente dedicado al turismo, se encuentran la Cascada do Arado y el mirados das Rocas, muy próximos entre sí, donde podremos admirar las vistas y darnos un refrescante baño en el río Arado.
Una estrecha carretera recientemente asfaltada, comienza a subir en nuestro camino al mirador As Rocas. Hermosas vistas hacia el valle nos acompañan y pronto veremos las indicaciones al Mirador da Pedra Bela y más adelante el Mirador das Rocas.
Llegaremos a un amplio aparcamiento y tomamos aire para ascender hasta lo alto de unas grandes rocas que es donde se encuentra el mirador.
Desde lo alto veremos el valle por el que desciende el río Arado y que con una fuerte pendiente en todo su recorrido va formando una sucesión de bonitas cascadas y pozas aptas para el baño.
Una vez descendemos del mirador, nos dirigimos andando hasta la Cascata do Ardo a poco menos de un Km de distancia por una pista de tierra compactada, hasta llegar al puente que atraviesa la carretera. Ahí ya tenemos la indicación hacia la cascada. Como veréis en la galería, la escalera estaba en obreas, por lo que tuvimos que aproximarnos pos el cauce del rio Arado, recordando los tiempos en que de niños nos bañábamos en el cauce del río de nuestro pueblo.
La Vila de Gerês, muy próxima, es un bonito pueblo con el río como colofón de toda la belleza del lugar.
Es pequeño y coqueto, pero sorprende la cantidad de hoteles, balnearios y restaurantes que hay, y es que todo el pueblo está dedicado al turismo.
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